Coca vs. Narcotráfico: Los Retos de PPK de cara al Bicentenario.
En los últimos 16 años y con mayor intensidad en el Gobierno de Humala, los “éxitos” de la política anti narcóticos están dados por la reducción del área cultivada con coca que lamentablemente, no se condicen con la dinámica y tecnología del narcotráfico del siglo XXI: 109,000 has erradicadas en cinco años, pero el TID se ha infiltrado en puertos y en la política del país, exportando 285 toneladas mientras la Policía incauta no más de 30. En el camino, se cometen un conjunto de injusticias con un grueso sector de la Selva Alta y la Sierra del país que tiene que aceptar la erradicación forzosa de cultivo de coca, el monopolio estatal de ENACO, la militarización en el VRAEM y ahora último, la criminalización de la resiembra (Decreto Legislativo 1241).
Todo parece indicar de acuerdo a las personas e intereses que se mueven alrededor de PPK, Gino Costa y la transferencia en DEVIDA, que en los próximos cinco años el Perú seguirá siendo y haciendo una política distractora, poco eficiente, absolutamente carente de sentido: atacar el eslabón débil mientras convive con el gran narcotráfico. Así tendremos más “modelo” San Martín vendido en pancartas y titulares de la prensa oficial, más monocultivos dependientes del precio internacional de commodities con destrucción de la pequeña agricultura, más prevención poco seria para la juventud peruana, menos control efectivo del crimen organizado, y más usuarios detenidos por policías corruptos.
Ahora bien, veamos la situación de los cultivos tradicionales de coca en La Convención, Cusco, el mantenimiento del monopolio inconstitucional de ENACO (manejado por dignos oficiales de la Armada), los nuevos vientos internacionales post UNGASS que permitirían flexibilizar los rígidos dispositivos de la Convención Unica de 1961 y la Convención de 1988. Luego de la inconstitucionalidad de la Ordenanza Regional, la situación ha variado y debemos puntualizar los problemas que enfrentan los productores campesinos y los usuarios campesinos.
Primero, desde hace más de dos años no se mueve el precio que paga ENACO, ni la forma como ésta clasifica arbitrariamente la hoja de coca: a todos les paga 85 soles por arroba (11 kilos), cuando el costo de producción es de 150 soles por cada agricultor. Estro constituye una forma lenta de erradicación a través del abandono
Lo más grave es que los mayoristas y comisionistas hacen su “agosto” cuando venden pequeñas cantidades de coca en zonas paupérrimas de nuestra Sierra. Esta es una terrible afectación a los derechos económicos tanto de productores como de consumidores tradicionales que fuera anotada ya por el Tribunal Constitucional.
Segundo, luego de diez años que se realizó la Primera Encuesta Nacional de Hogares sobre Consumo Tradicional de Hoja de Coca (2003), INEI y DEVIDA realizaron el 2013 la Segunda Encuesta que arroja el aumento del consumo tradicional, a más de 10,000 toneladas métricas de coca anual.
Tercero, debemos reconocer que aparte del consumo tradicional, existen usos modernos de la Harina de Coca que deben ser reconocidos. De hecho, hoy en día en Lima existen diversas empresas que producen y transforman la hoja para obtener bebidas, barras energéticas, harinas, etc. En las calles de Miraflores o Jesús María, se puede conseguir una bolsa de 50 gramos de harina de coca por 7 soles (esto arroja el costo al por menor de la arroba de Hoja de Coca en 1,540 soles en Lima mientras el productor en su chacra recibe 85 soles de ENACO!!!). Esa es la gran injusticia que debiera ser corregida por PPK!!!!
Finalmente, proponemos un conjunto de medidas que debiera tomar PPK solamente para retomar el dialogo con la Selva Alta. (i) permitir un nuevo registro y empadronamiento, (ii) actualización del mismo al 2016, (iii) disponer una flexibilización de los actuales y obsoletos controles de ENACO, y (iv) creación de mecanismos comerciales que permitan un uso intenso de la Hoja de Coca y sus productos legales.