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NARCOTRAFICO Y POLITICA: EL PROBLEMA ES FUERZA POPULAR.

En esta su segunda campaña, la candidata KF se ha esforzado en presentarse como algo distinto al triste legado del fuji montesinismo de los 90s. Gran parte de la prensa nacional se preocupa por los alcances de la denuncia por investigación de la DEA y esta se apuró en quitar de en medio a la candidata a la Presidencia, para evitar repercusiones de índole diplomática con nuestro país.

Ricardo Soberón, analista 

Publicado: 2016-05-17


La experiencia de los últimos años, indica que la DEA no se preocupa por sus interferencias en asuntos domésticos, sino cuando afecta los intereses del Departamento de Estado y de su país. Recuerdan cuando decían sobre Montesinos: “He is a sheet but he i sour sheet…..? Así pasó antes en México con el general Pérez Rebollo, zar antidrogas involucrado con grandes organizaciones de traficantes, en 1989 en Panamá, con el entonces Presidente Manuel Antonio Noriega, en Bolivia en el 2003 (con el entonces candidato Evo Morales) y en Colombia con el ex Presidente Ernesto Samper y el proceso 8000. Los gobiernos de EE.UU –republicanos y demócratas- defienden intereses y no siempre la lucha contra las drogas y el crimen organizado es el principal.

Los hechos recientes en el ámbito político y mediático muestran que el fuji montesinismo de los 90s y la política cotidiana que realizan los representantes de Fuerza Popular, son idénticos. Así pasó con el caso de las armas a las FARC en 1998 (armaron conferencia en palacio de Gobierno para distraer), con las acusaciones por narcotráfico (avion presidencial le echaron la culpa a los sub oficiales) y en un resto de casos por “mega corrupción” asociados a la figura del ex presidente Alberto Fujimori. Ahora, el candidato Chlimper mantiene a Joaquín Ramirez y la candidata Keiko Fujimori dice que su partido “no blinda a nadie”; esto último es mentira pues Ramírez tiene un evidente desbalance patrimonial, tiene relaciones con gente muy dudosa, no comparece en las investigaciones por lavado de activos del Ministerio Público…y sigue nada más ni nada menos como Secretario General de Fuerza Popular y mayor aportante de una campaña dispendiosa en fondos y que, en vez de debatir contenidos, ofrece gollerías a mineros informales, ex terroristas, y la eliminación del 24x24. Amigos lectores, ¿qué legitimidad tendría el Perú conducido por KF, para realizar acciones de cooperación en la lucha contra el crimen organizado? ¿Con qué cara se presentaría ante la ONU, la Unión Europea, una Presidenta que tapa tremendos culebrones)

Con su comunicado, la DEA trata de resarcir el error político de una funcionaria de bajo nivel, pero no quita la gravedad del caso: de salir elegida la candidata de Fuerza Popular, nos podría llevar a un Narco Estado de peores características del montesinismo de los 90s, porque hoy el Perú está más debilitado/involucrado en el narcotráfico, que antes. Copado el Congreso, copado el Ejecutivo, ¿cómo podríamos defendernos de la corrupción del narcotráfico que apaña el fujimorismo recargado de Fuerza Popular. La verdad es que el problema viene de largo y no solamente involucra a la DEA; el Departamento del Tesoro de EE.UU incluyó a Luis Calle Quiróz, otro connotado aportante del 2011, dentro de la lista de Drugkin Pin Act (ver: https://www.treasury.gov/ofac/downloads/sdnlist.pdf, página 222). La ciudadanía y el país está advertido: ha tenido que ser el organismo de un tercer país, el que nos recuerde el profundo riesgo que corremos.


Escrito por

Ricardo Soberón Garrido

Abogado, con MA en Relaciones Internacionales, analista especializado en Drogas, Seguridad y Amazonía.


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