En las últimas semanas del año, un Congreso venido a menos, intenta hacer la tarea discutiendo y debatiendo algunos temas de interés, dejando otros para las calendas griegas. Es el caso de la Ley de Presupuesto de la República, pero también archivando cosas muy importantes, como la no penalización del aborto en casos de violación, o pateando para adelante debates importantes como la llamada “Ley Cotillo” sobre la extensión del mandato de ciertos rectores, o incluso priorizando aquellas que interesan al MEF, como es el proyecto sobre Asociaciones Público Privadas. Si aprobó, por insistencia, la derogación del Decreto Legislativo 1198 llamada ley “anti patrimonio”. Como pueden ver, la lista de prioridades, es objeto de negociación política. 

Sin embargo, está a punto de cometer la mayor de las trampas, pues se está planteando posponer la discusión (y aprobación) del Informe final de la Comisión sobre Narco política que trabajó los últimos doce meses, para después de las elecciones nacionales de abril del 2016. Hay dos razones de fondo, para que esto no se produzca y exigir a la Junta Directiva que lo ponga inmediatamente en agenda, antes que termine la presente legislatura.

Primero, por lo menos hay cuatro fuerzas políticas nacionales, actualmente contendoras, que tendrían que poner las barbas en remojo frente a los hallazgos de dicha Comisión: el aprismo de AGP por los narco indultos y sus consecuencias en el aumento de la criminalidad, Fuerza Popular de KF por sus debilidades en el control de ingreso de dinero sospechoso, Alianza para el Progreso de Acuña y el nacionalismo de Von Hesse, por diversas acciones y experiencias ocurridas en el pasado y que simplemente demostrarían que no tomaron las debidas previsiones para impedir el ingreso de dineros de intereses ligados al narcotráfico.

Por otro lado, en el mes de abril del 2016 se realiza la Asamblea General de la ONU sobre Políticas de Drogas (UNGASS) en Nueva York, donde la comunidad internacional va a observar, analizar, y plantear alternativas frente al fracaso de las políticas de guerra basadas en la Reducción de la Oferta. Bueno pues, el Perú es quizá uno de los países que con mayor pulcritud aplica las políticas tradicionales, y estas han permitido entre otros males, la penetración del narcotráfico en la política. En tal sentido, la imagen deteriorada del Congreso en lo que se refiere a control político y fiscalización, se iría por los suelos si es que no permite la discusión y aprobación de dicho informe, y la implementación pronta de sus reformas. ¿Se imaginan si esto sucediera? Simplemente esta campaña electoral estaría manchada de innumerables casos de candidatos cuya trayectoria no podría ser debidamente escrutada ni por los órganos electorales, ni por la opinión pública.