NUEVAS COORDENADAS EN LAS RELACIONES DE AMERICA LATINA Y EEUU.
Al final de su mandato, Obama hace sus movidas mas osadas en el hemisferio. En ese contexto, el Perú recibe un portaaviones que influye negativamente en el ajedrez regional.
Ni primavera ni invierno, sino el fin de un largo período de crecimiento económico empujado por la demanda internacional de materias primas, que deja a la mayoría de países en una situación difícil de afrontar, unos más que otros. En las últimas semanas se han producido hechos muy importantes que ayudan a delinear el horizonte internacional en el Hemisferio y en el Mundo. Desde el punto de vista cronológico, tenemos que la reanudación de relaciones entre Cuba y EE.UU y la firma del Acuerdo Nuclear con Irán, ayudan a descomprimir la agenda global. En el plano regional, las recientes visitas del Papa a América Latina, a Cuba y EE.UU, y sus discursos en Naciones Unidas y el Congreso norteamericano, confirman la posición de una Iglesia renovada y comprometida en los asuntos globales (cambio climático, pena de muerte).
Más recientemente, el Acuerdo de La Habana sobre Justicia Transicional entre Colombia y las FARC compromete una salida pronta a un conflicto de medio siglo, pese a los problemas de la frontera con Venezuela; temas diversos, participación política, drogas ilícitas, desarrollo rural, incluso la revisión de la doctrina militar del ejército colombiano. Cuan distinto el rol de Cuba en la solución de problemas ´políticos, que la acción de la diplomacia norteamericana en crearlos: penetración en Venezuela, en Honduras, en Paraguay, la de certificación a Bolivia y Venezuela.
En la región, los últimos resquicios de problemas limítrofes avanzan, por un lado la decisión de la Corte Internacional sobre su competencia en el litigio marítimo entre Bolivia y Chile, y del otro los problemas fronterizos de Venezuela con Colombia y con Guyana.
El Gobierno del Presidente Humala, con sendos problemas domésticos no resueltos, “huye” hacia el exterior, en su visita a la ONU por su 70 aniversario; aprovecha para conversar con Obama sobre ATP (12 países). El país, debate la inseguridad ciudadana, la situación económica y la crisis política, sin trazar un derrotero claro, pero aceptando todas las condiciones de los EE.UU: seguir en la lucha antidrogas irracional, mezclar narcotráfico con terrorismo, y militarizar el país con el apoyo incondicional del Comando Sur especialmente en regiones estratégicas como el VRAEM, Selva Central y Trapecio Amazónico
Que no quepa duda, que el mapa geopolítico global sigue considerando a América Latina como una región estratégica, aunque no en el mismo sentido que Asia o el Medio Oriente. Este nuevo panorama, añade un nuevo elemento en lo que a la histórica presencia de EE.UU en la región se refiere: hoy, la presencia militar es uno más entre otros elementos, como el mediático, el económico, donde la parte castrense se refiere más a ejercicios, asistencias puntuales, operaciones conjuntas.